Por causas genéticas, hormonales o por variaciones en el peso, una paciente puede presentar unos senos muy grandes que provoque dolor de espalda, cuello, brazos. Presentan también dificultad para realizar ejercicios, la ropa en ocasiones es especial debido al volumen de los senos.
La operación tiene como finalidad reducir el tamaño de los senos, retirando parte de la piel, grasa y tejido mamario, para reconstruir los senos.
Las técnicas actuales permiten a las pacientes que aun no se han embarazado dar el seno a sus bebés si ese fuera el caso, aunque esto podría no lograrse en todos los casos dependiendo de la técnica utilizada.
Es una operación que deja cicatrices pero si se siguen las indicaciones del cirujano muchas veces son aceptables o se pueden mejorar posteriormente.
El grado de satisfacción de las pacientes después de esta operación es muy alto.
En ocasiones las pacientes pueden tener unos senos con un tamaño adecuado, pero el pezón está algo caído, por lo que en estos casos lo que se debe hacer es levantar el pezón a una posición normal, esta no es una operación tan extensa como la anterior.
Si la paciente tiene los senos caídos y pequeños se pueden levantar y al mismo tiempo se pueden colocar implantes mamarios, de esta manera se corrigen los dos defectos.
La anestesia que se utiliza puede ser una general, un bloqueo peridural o una sedación más anestesia local.